Con muchísima ilusión fuimos a contar a la Fermín Caballero de Cuenca, sin saber que sería quizás la última sesión para esa biblioteca. La tarde apuntaba maneras; frío y lluvia, ideal para los cuentos.
Nos refugiamos; los espectadores y nosotros, en una sala y comenzamos con los cuentos. La verdad que salió una de aquellas sesiones con magia en la que, estamos seguros, disfrutó todo el mundo.
Al acabar, charramos con la coordinadora de actividades sobre el futuro, no lo veía demasiado negro. Hoy nos hemos enterado que han suspendido la compra de fondos, de diarios y de actividades que cuesten dinero. Desde este blog les deseamos suerte y fuerza en esta travesía del desierto que ahora comienza para ell@s.
Sinceramente, no puedo creer que retirar el presupuesto destinado a una sesión de cuentos al mes vaya a arreglar algo. Si alguien lo entiende, que me lo explique.
¡¡¡ Salud y suerte!!!